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Protección pasiva contra incendios

La Protección Pasiva contra Incendios (PFA) es un conjunto de sistemas instalados para prevenir y reducir las consecuencias de un incendio sin necesidad de intervención humana. Su objetivo principal es permitir la evacuación segura de personas y facilitar la intervención de los servicios de emergencia. La PFA se divide en tres categorías:

La PFA se divide en tres categorías:

Protección estructural
Esta categoría engloba todas las medidas que fortalecen y aseguran la estabilidad de un edificio o recinto durante un incendio. Su propósito es evitar el colapso repentino de la estructura y aumentar su estabilidad frente a incendios de gran magnitud.

Compartimentación
La compartimentación implica cerrar pasos o aberturas que conectan áreas afectadas por el fuego con zonas adyacentes. Esta medida evita la propagación descontrolada del incendio, limitando su alcance y permitiendo un control más efectivo.

Puertas cortafuegos
Las puertas cortafuegos se utilizan en hogar, trabajo y transporte. En el caso de un accidente permiten proteger a las personas y bienes materiales. Hay varios tipos de puertas como la puerta batiente cortafuegos y de grandes dimensiones,. y puerta corredera cortafuegos.

Tratamientos ignífugos
Los tratamientos ignífugos se utilizan para aislar adecuadamente las estructuras de un edificio y evitar la difusión del fuego. Se aplican a materiales que podrían ser sensibles al fuego o altas temperaturas, mejorando su resistencia y reacción al incendio.

Para garantizar la eficacia y seguridad de estos sistemas, es fundamental que sean instalados por empresas homologadas. En Master Centella, empresa homologada, cuenta con la experiencia y conocimientos necesarios. Además, la normativa UNE 23035-4 establece que la señalización luminiscente utilizada para facilitar la evacuación y evitar accidentes relacionados con zonas de peligro o acceso restringido debe estar libre de tintas y componentes tóxicos.

En resumen, la Protección Pasiva contra Incendios abarca medidas preventivas como la protección estructural, la compartimentación y tratamientos ignífugos, con el objetivo de minimizar daños materiales y personales durante un incendio. La correcta instalación y el cumplimiento de las normativas son fundamentales para garantizar su eficacia.